¿Caminar es beneficioso para la salud de tus pacientes?
Introducción
Los médicos comúnmente recomiendan caminar como un tipo de ejercicio óptimo para sus pacientes, sin embargo, este tipo de ejercicio puede estar perjudicando su proceso de mejora y generándoles frustración.
Sin duda caminar es muy buen ejercicio físico pero no en todos los casos es recomendable, en este artículo conocerás por qué caminar sirve como apoyo para el tratamiento de tus pacientes y en qué casos no lo es, revisando siempre otras alternativas.
Los 5 tipos de ejercicio físico
Existen 5 tipos de ejercicios físicos fundamentales para promover la salud, por eso queremos contarte sobre cada uno de ellos y sus características para que puedas conocer diferentes opciones al recomendar la actividad física como parte del tratamiento de tus pacientes. También conocerás los beneficios, desventajas y pautas claves de caminar.
1. Cardiovascular
Estos tipos de ejercicios aumentan la frecuencia cardíaca, trabajan los músculos y permiten que la persona respire más rápidamente y con mayor intensidad. Se logra con actividades como caminar, nadar, trotar, montar bicicleta, entre otras. Un factor para tener muy presente con estos ejercicios es que generan movimientos muy repetitivos que hacen que los músculos y ligamentos se hagan menos flexibles, por ejemplo, si el paciente tiene dolor crónico, contracturas o fibromialgia, normalmente este dolor se intensifica con estas actividades llevándolo a la frustración y afectando aún más su condición de salud. Una mejor alternativa para estos pacientes sería realizar ejercicios de estiramiento combinado con algunos ejercicios de fuerza que fortalezcan los músculos antagonistas, es decir los músculos opuestos de donde llega el dolor o contractura.
El ejercicio de caminar es muy recomendado para realizar actividad aeróbica y mantener a los pacientes activos, sin embargo, en la mayoría de los casos las caminatas que hacen los pacientes proporcionan un entrenamiento de muy baja intensidad que no eleva mucho el ritmo cardíaco; por lo tanto, en la mayoría de los casos no representa un ejercicio cardiovascular significativo, pues se debe caminar por encima de cierta velocidad e inclinación por un tiempo determinado para que el corazón aumenta su capacidad. Para mejorar la salud cardiovascular es muy recomendable realizar ejercicios con una intensidad moderada* o vigorosa*, pero desafortunadamente esto no siempre se logra con la caminata.
* Una forma sencilla de determinar la intensidad del ejercicio es lo siguiente: si será posible cantar y hablar mientras se hace, se trata de ejercicio con una intensidad baja, si no es posible cantar pero todavía es posible hablar, se trata de ejercicio con una intensidad mediana y si no es posible ni hablar, se trata de ejercicio con una intensidad alta.
2. Fuerza
Los ejercicios de fuerza aumentan la masa muscular y mejoran la densidad ósea, disminuyendo así posibles riesgos de osteoporosis, fracturas y sarcopenia. Ayudan a prevenir lesiones, ya que los músculos, tendones y ligamentos tienen menos riesgo de dañarse, logrando así resistir trabajos con mayor intensidad. Además, aumentar la masa muscular es sumamente importante para la regulación metabólica, por eso estos ejercicios son ideales para personas que presentan este tipo de desórdenes, debilidad física, dolores de espalda y de articulaciones. Se logra realizando ejercicios sencillos con pesas libres, con máquinas o con la resistencia propia del cuerpo, teniendo siempre en cuenta las capacidades del paciente.
Caminar podría ser un ejercicio de fuerza para una persona convaleciente que se encuentra muy débil o está recién operado, pero hay que tener claro que si se realiza únicamente este ejercicio como actividad física no se va ganar masa muscular ni se va evitar una sarcopenia o una osteoporosis a futuro.
3. Rango de movimiento
Muchos dolores crónicos son causados por limitaciones en el rango de movimiento ya que los músculos, tendones y ligamentos que han perdido su posición anatómica natural deben trabajar en posiciones sub óptimas, lo cual genera inflamación y dolor. Estos ejercicios promueven la distancia y dirección del movimiento de una articulación, favoreciendo su movilidad óptima e impactando también en la correcta posición del cuerpo.
Estos tipos de ejercicios benefician mucho a las personas que sufren de fibromialgia, artrosis, artritis reumatoidea , dolores lumbares, cervicales y tensiones musculares en general.
Caminar es un ejercicio que tiende a disminuir el rango de movimiento de las articulaciones debido a que es una actividad muy repetitiva, por ello no es recomendable como tratamiento para las condiciones mencionadas anteriormente.
4. Relajación
La relajación es la habilidad de soltar y aporta fundamentalmente un profundo descanso, al mismo tiempo que ayuda a equilibrar el metabolismo, el ritmo cardíaco y la respiración. Permite liberar tensiones, ya sean musculares o psicológicas que se van acumulando a lo largo del tiempo. Cuando se trabajan estos tipos de ejercicios el paciente está conscientemente aprendiendo a relajar los músculos, estimulando fuertemente el sistema parasimpático, el cual es clave para disminuir el estrés, disminuir síntomas de depresión y ansiedad, mejorar la respuesta de sanación y regeneración en el cuerpo. Además, mejora la digestión, ayuda a conciliar el sueño y equilibra los niveles de insulina a través del nervio vago, el cual está fuertemente estimulado con este tipo de ejercicios.
Caminar de alguna manera puede funcionar como terapia relajante aunque es muy superficial, ya que en esta actividad se realizan movimientos muy repetitivos y los músculos en vez de estar relajados tienden a contraerse. Existen mejores alternativas para realizar ejercicios de relajación como: la meditación, yoga, tai chi, respiración profunda entre otros.
5. Propiocepción y equilibrio
Estos ejercicios permiten activar la capacidad que tiene nuestro cuerpo de detectar el movimiento y la posición de las articulaciones. Por ello, nos ayuda a corregir de manera inmediata cualquier postura incorrecta, generando un entrenamiento neuromuscular que permite al paciente ser más consciente de su postura, equilibrio y coordinación. Las actividades que se destacan en este tipo de ejercicios son las que tienen un componente importante de auto-observación (ejercicios lentos y conscientes).
Para ganar equilibrio la actividad de caminar puede ser buena si la persona tiene muchas limitaciones en este aspecto, sin embargo si se busca ganar mejor desempeño en su proceso de equilibrio y propiocepción este ejercicio no es suficiente para cumplir el objetivo de manera progresiva.
Conclusión
Es importante recordar que el ejercicio físico es considerado un componente clave y necesario en el tratamiento de la gran mayoría de condiciones médicas, por lo que guiar y recomendar al paciente correctamente es de suma importante para su salud.
Así como los médicos no le recomiendan a sus pacientes ir a la farmacia y tomar cualquier medicamento que les guste o llame la atención, de la misma manera no deberían recomendar cualquier tipo de actividad física para sus pacientes.
Para ayudar al paciente a mejorar su condición a través del ejercicio es necesario orientar al paciente sobre cuáles de los 5 tipos de ejercicio debe realizar, la duración de las sesiones de ejercicio y la frecuencia (sesiones por semana).
El programa terapéutico de YogaSpace
Este programa consiste en la creación de un plan personalizado basado en ejercicios de yoga, fisioterapia, respiración y meditación “mindfulness”.
De acuerdo a las habilidades del paciente, los programas personalizadas involucran los 5 tipos de ejercicio físico, específicamente:
- Activación cardiovascular
- Entrenamiento de fuerza
- Recuperar la movilidad en las articulaciones.
- Relajación de los músculos crónicamente tensionados y activación el sistema parasimpático
- Ejercicios de coordinación, equilibrio,
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Referencias
National Osteoporosis Foundation, American Heart Asociation.